La necesidad de incrementar la productividad en los entornos de fabricación y, al mismo tiempo, reducir costes ha provocado un aumento en la adopción de tecnologías de automatización en las plantas. Esta integración de la computación, las redes y los procesos físicos es lo que ha caracterizado la Cuarta Revolución Industrial, más conocida como Industria 4.0 o Industrial Internet of Things (IIoT). Aunque esta tendencia proporciona claras ventajas comerciales, también ha permitido redes más interconectadas, complejas y heterogéneas. El resultado es que las redes de las fábricas actuales son más propensas a sufrir ciberincidentes.
Estos ciberincidentes no se limitan sólo a ciberataques. Un ciberataque a una fábrica podría ser perjudicial, pero no es la principal amenaza para la continuidad operativa de una red. De hecho, a diario pueden producirse pequeñas o grandes interrupciones de la red o de los procesos debido a malas configuraciones, comandos erróneos o fallos en el software o en los dispositivos. Afortunadamente, hay medidas que se pueden implementar para evitar que estos ciberincidentes afecten a la producción. Estos son los tres desafíos más comunes a los que se enfrentan las fábricas hoy en día y las claves para abordarlos y construir así una red más ciber resiliente:
1. Identificar y corregir configuraciones erróneas
Las configuraciones erróneas de la red incluyen enlaces inestables o rotos, comandos que no llegan a destino, servicios de red o configuraciones de IP erróneas, así como dispositivos ‘ruidosos’ que causan una saturación del tráfico o que no están configurados correctamente por el integrador del sistema o el propio Estas configuraciones ocurren frecuentemente y pueden tener un impacto moderado en el balance de resultados de una organización, ya que la red no siempre funciona de forma fiable o correcta. Para lograr la continuidad operativa, es necesario tener la visibilidad de todos los activos y comunicaciones dentro de la red y aprovechar esta visibilidad para identificar cualquier configuración errónea que exista.
2. Prevención de interrupciones operativas
Existen multitud de factores que pueden influir en una interrupción, desde el mal funcionamiento de un dispositivo hasta la inestabilidad y las anomalías del proceso. Estos fallos ocurren muy frecuentemente y pueden tener un grave impacto en el balance de resultados de una organización. El primer paso para prevenir estas interrupciones es evaluar el estado operacional de la red y tomar las medidas oportunas para remediar cualquier anomalía existente. Y el segundo paso es implementar sistemas de monitorización de la red para captar cualquier indicio de amenazas que pueda afectar a la continuidad operativa.
3. Proteger la red contra ciberataques
Por raro que parezca, un ciberataque podría ser devastador en la reputación de las organizaciones y en el balance de resultados. Ya sea un ataque de tipo ransomware, dirigido o de Zero Day, cualquiera de estos incidentes puede ser detectado y prevenido con una estrategia de seguridad En primer lugar, las organizaciones deben contar con un inventario actualizado de sus activos digitales para comprender su red y detectar cualquier vulnerabilidad existente en ella. En segundo lugar, es necesario tener procesos de autenticación para proteger tanto los activos digitales como los físicos. En tercer lugar, las organizaciones necesitan tener la capacidad de detectar actividades anómalas. La forma más eficaz de lograr esto es implementar soluciones de monitoreo continuo. Por último, las organizaciones deben contar con un plan de contingencia para responder rápidamente en caso de sufrir un ciberataque. La guía NIST Cybersecurity Framework es una herramienta muy útil para reforzar las prácticas en materia de ciberseguridad.
A pesar de estos desafíos de seguridad que presenta la evolución de la Industria 4.0/IIoT, las organizaciones pueden continuar siendo resilientes y rentables siempre que tengan una visibilidad adecuada de su red y de los procesos con el objetivo de detectar y prevenir tanto incidentes como ciberataques.
Puedes consultar el artículo original en el blog de Forescout.